
Jesús y su mensaje tergiversado, utilizado como herramienta para la domesticación y sumisión de los pueblos.
¿Alguna vez imaginaron cómo hubiera sido el mundo con Jesucristo sin su crucifixión?
Las religiones modernas me generan un gran interrogante cual gigante. Desde el apogeo del cristianismo siempre se mantuvieron muy cercanas al poder de turno, realizando matanzas en nombre de Jesús, quien fue el primero que condenó estos actos, al dejarse matar por los judíos en busca de la paz. Increíblemente no logró concientizar a la humanidad y se han producido innumerables atrocidades desde su muerte.
Hay que ser muy ignorante o un empedernido buscador de fe para creer en la existencia de un dios. Igualmente respeto a quienes encuentran en las creencias un lugar de regocijo personal, un alivio a los problemas cotidianos, un refugio para fijar el equilibrio emocional.
El poder de la palabra divina, la sanación del alma mediante un dios creador más occidental o un buda y sus mandalas con tintes orientales. Si nos ponemos a pensar en frío, el tema de los dogmas es absolutamente regional, por estos días.
Los nacidos en Asia caen en las manos del Islam principalmente, pero quizá hayas crecido en zonas cercanas al hinduismo o el taoísmo y adoptes esa religión. Hay muchas más en este continente, si quieren adentrarse, a googlear “religiones asiáticas” y se sorprenderán con nombres como el confucianismo, el jainismo, el sijismo y el zoroastrismo, mucho gusto a todas y que sus dioses me bendigan.
Los originarios del continente africano serán cristianos, islámicos, hindúes y aún prevalecen algunas religiones nativas.
Nacer en Europa te convertirá a la religión protestante, católica, ortodoxa y musulmana.
Oceanía ubica a sus nacientes en el protestantismo y el catolicismo.
En América nuestro dios corresponde a la religión cristiana católica y cristiana protestante.
Hecho el mapa sobre la geografía religiosa a grandes rasgos claro está, me atrevo a ratificar lo escrito en un principio, todo dependerá de la tierra que te toque nacer para que te asignen la creencia regional pertinente.
Entonces pensemos por un momento, ¿tanta credibilidad habrá que darles a las sectas que utilizan y movilizan a todo mundo con tal de conseguir adeptos? Absorber devotos para estos dioses contemporáneos es su meta incondicional.
Algunas se han monopolizado. Han devorado a otras en las que evidentemente falló el jefe de Marketing. No pudieron hacer prevalecer su historia o no aceptaron unirse a las grandes corporaciones católicas y cayeron en la desgracia del paganismo. Como dice el refrán, “si no puedes con tu enemigo, únete a él”, aplica este concepto clásico.
Es un verdadero negocio para la domesticación a favor de intereses oscuros, lleno de mensajes obvios. La Biblia es el primer best seller de un libro de autoayuda, convengamos, plagado de frases y relatos motivacionales.
Párrafo aparte para la millonada de libros sobre budismo, hinduismo, la espiritualidad de Gandhi, la paz interior de Coelho, la meditación del Dalai Lama, y el protestantismo de Lutero. El misticismo vende, “contala como quieras, Chopra”.
Pero ahora me surge una incertidumbre, ¿podemos vivir en el ateísmo o en el agnosticismo, acaso?
¿Se podrá andar por la vida presumiendo una total negación a lo divino?
Sin doctrinas ni sotanas, sin plegarias ni adoraciones, sin hostias ni rosarios, sin testigos de Jehová sangrándote los oídos…
