Se nos casó el Gato, el amigo de todos, un hermano de sangre más… y un perfil menos en Tinder. Pero vayamos a lo estrictamente conmovedor, me refiero al baile. Abrazos amigos interminables, brindis coloridos de manos conocidas, sonrisas capturadas, todo fluía de la mejor manera hasta que llegó la hora de ponerse vertical ySigue leyendo «Los espanta Evas»