¡Negativo, viejo!

En este post voy a permitirme indagar sobre aquellos novios seriales que huyen ante la iniciativa de la mujer que busca prenderles el deseo de la paternidad.

Estos “necios de formar familia con hijos”, se esconden en la monogamia, tienen pinta de familieros, son muy fieles, aman la vida en pareja pero, como toda buena historia, tiene que tener un contraste: el gran superhéroe que esconde al hombre y sus miserias, su lado oscuro. En ellos no existe posibilidad alguna de que tomen tanta responsabilidad, ese compromiso de dejar de pensar en uno, derrocar el egoísmo e invertir su tiempo en cambiar pañales… ¡Negativo viejo!, diría un hombre de estas cualidades.

Los novios seriales, están lejos de ser mujeriegos, ellos son enamorados del amor, del romance. Hasta que el cielo se torna oscuro, centellas y relámpagos destrozan ese equilibrio cuando en “ellas” aparecen  sus ganas de ser simplemente, madres. 

La preocupación los invade, van a los profesionales de la psiquis para ganar consuelo pago, ja ja ja… ¡Ilusos! Solo están alargando la agonía, la herida de muerte es inevitable. Su mundo será transformado por lo más maravilloso, formar una familia con hijos.

Muchos pondrán sus negativas en liquidación, “alguien tiene que ceder” y se dejarán arrastrar por contentar los anhelos de su medio corazón. Otros en cambio, son obstinados, fanáticos de la vida en pareja sin hijos, son hinchas del amor sin chupetes.

Acabado el temblor, o en crudo, una vez que aniquilan la relación con su villana, la que los martirizó con su criptonita maternal, retornan a su estado natural. Infaltable en estos personajes tan singulares, los bares de cerveza artesanal. La preocupación ahora cae entre elegir una rubia suave, una roja más poderosa, o esa negra agridulce que va bien con una hamburguesa con papas rústicas.

No obstante, su libertad está fuera de riesgo por poco tiempo. No nos olvidemos que son extremistas de la vida monógama. Más temprano que tarde acabarán de nuevo en el universo de lo conocido, de lo repetido. Otra villana los atormentará para que dejen esa existencia superficial y se pongan a masticar su bandera de ¡negativo, viejo!