Joaquin Phoenix ganó su primer Oscar. Es lo único que rescató de la deslucida ceremonia de anoche. Extraño las épocas doradas de estas entregas dónde lo popular y lo conmovedor iban de la mano, como Titanic que supo ganarlo todo. Pero me pregunto que les ha pasado a estos premios, ¡cuánta decadencia! Por lejos lo mejor de los americanos era su mundo Hollywoodense, a quien carajos le importa un film surcoreano o una versión bastarda de Rescatando al Soldado Ryan en 1917.
¿Desde cuándo se premia lo aburrido por sobre lo entretenido? Los Oscars están en caída libre, ya no generan el atractivo y la inmensidad de antaño. Encima cometen errores imperdonables, no están a la altura del público y mucho menos de los fanáticos.
Los Oscars se han transformado en premios de protesta, de cualquier tipo, se mete la política y los intereses personales por sobre la cinematografía.
Han devaluado todo lo excelente que tuvo este galardón, desde los presentadores hasta los espectáculos en vivo. Con el discurso de la diversidad de razas y la pluralidad de géneros ya no queda nada rescatable. Los Oscars es lo asquerosamente ostentoso, la puta excentricidad, la raza de divas y héroes de la gran pantalla por sobre el humano común. Ahora parece un desfile de barrio, con personajes que tienen menos aura que un perro enfermo. Basta de la incorporación de habla no inglesa a estos premios. Eran la NBA y ahora son un grupo de virgenes jugando a las damas.
Extraño todo, las estrellas totalmente puestas, extraño la soberbia y la arrogancia de los actores legendarios, eso es Hollywood, y no los veganos que buscan crear conciencia en el medio ambiente. Hay muchos espacios para la crítica, porque empañan a la industria del entretenimiento con sus cruzadas personales. Si apoyo al feminismo siempre y la lucha por la igualdad de sueldos.
En fin, estoy con la sensación de que perdí algo anoche, una premiación que cambió para siempre. Se acabaron las celebridades, un youtuber tiene más glamour en estos tiempos.
Es hora de que las grandes plataformas de streaming, creen un premio para revivir al espíritu americano de la gran pantalla.
Messiánico de Alfredo N. Avila 